En Quimipol diseñamos, fabricamos e instalamos lavadores de gases de alta eficiencia para la depuración de emisiones industriales.

También conocidos como scrubbers o torres de lavado, estos equipos son fundamentales para asegurar que los procesos industriales cumplan con las normativas ambientales más exigentes. Pero ¿cómo funciona exactamente un lavador de gases? Te lo explicamos paso a paso.

  1. Entrada del gas contaminado

El proceso comienza en la base del lavador de gases, donde se introduce el flujo de aire contaminado. Este gas suele proceder de procesos industriales como reacciones químicas, combustiones o tratamientos térmicos, y puede contener sustancias nocivas como cloruro de hidrógeno (HCl), dióxido de azufre (SO₂) o vapores orgánicos (COVs).

El diseño del sistema de entrada está optimizado para garantizar un flujo constante y uniforme, lo que permite que el gas ascienda de forma controlada a través del interior del scrubber.

 

  1. Lecho de relleno

Una vez que el gas comienza a ascender por el interior del lavador, atraviesa el llamado lecho de relleno, compuesto por elementos técnicos conocidos como Pall rings. Estos anillos están especialmente diseñados para maximizar el contacto entre el gas y el líquido de lavado, lo que resulta clave para una depuración eficiente.

Gracias a su estructura abierta y su gran superficie específica, los Pall rings dividen el flujo de gas en múltiples corrientes, facilitando una distribución homogénea. Este diseño permite un contacto continuo entre las dos fases (gas y líquido) y evita problemas habituales como la obstrucción del lecho, incluso en condiciones de trabajo exigentes.

 

  1. Rociado del líquido de lavado

En la parte superior del lavador de gases se encuentra el sistema de rociado o pulverización, formado por una red de boquillas distribuidoras que se encargan de aplicar el líquido de lavado de forma uniforme sobre el lecho de relleno.

Este líquido puede ser simplemente agua, en el caso de contaminantes solubles, o una solución química neutralizante como hidróxido de sodio (NaOH) o leche de cal, si el gas contiene componentes ácidos o más agresivos.

Al caer sobre los Pall rings, el líquido recubre su superficie formando una fina película líquida, preparada para capturar, disolver o neutralizar los contaminantes presentes en el gas a medida que asciende por la torre.

 

  1. Reacción y absorción de contaminantes

En este punto se produce la acción principal del lavador de gases: la captura y eliminación de los contaminantes. A medida que el gas asciende y entra en contacto con la película líquida que recubre los Pall rings, se produce un intercambio químico o físico entre ambas fases.

Dependiendo del tipo de contaminante, el mecanismo puede variar:

  • Gases solubles, como el amoníaco (NH₃), se disuelven directamente en el líquido.
  • Gases ácidos, como el cloruro de hidrógeno (HCl) o el dióxido de azufre (SO₂), reaccionan con sustancias básicas presentes en la solución de lavado, dando lugar a sales inocuas y estables.

El diseño del scrubber y la eficiencia del lecho de relleno aseguran que este proceso sea constante, uniforme y altamente eficaz, incluso en condiciones de operación variables.

 

  1. Retenedor de gotas (Demister)

Antes de que el gas ya depurado salga del lavador, pasa por un componente esencial del sistema: el retenedor de gotas, también conocido como demister.

Este dispositivo actúa como una barrera física que captura cualquier partícula líquida que pueda haber quedado en suspensión, evitando que sea arrastrada por el gas en su salida. Gracias a su diseño interno, el demister asegura una emisión seca, limpia y libre de residuos, cumpliendo con los estándares ambientales y de calidad del aire exigidos por la normativa.

 

  1. Recirculación y control del líquido de lavado

Una vez que el líquido ha capturado los contaminantes presentes en el gas, desciende hasta la base del lavador. Allí comienza un proceso clave para la eficiencia del sistema: la recirculación y el tratamiento continuo del líquido de lavado.

Este circuito incorpora varios elementos fundamentales:

  • Tanque de recirculación, donde se recoge y almacena el líquido ya utilizado.
  • Bomba de recirculación, que impulsa el líquido de nuevo hacia la parte superior del lavador, permitiendo su reutilización.
  • Sensor de pH, que monitoriza en tiempo real el nivel de acidez o alcalinidad, ajustando el sistema según sea necesario.
  • Conductivímetro, que mide la acumulación de sales y subproductos, indicando cuándo renovar parte del líquido.
  • ⚙️ Bomba dosificadora automática, que corrige el pH mediante la adición precisa de productos químicos, como ácido o base.

Este sistema automatizado permite mantener el líquido en condiciones óptimas, alarga su vida útil y garantiza que el lavador de gases funcione de manera estable y eficiente durante todo el proceso.

¿Por qué elegir un lavador de gases Quimipol?

En Quimipol diseñamos mucho más que equipos: ofrecemos soluciones técnicas completas, pensadas para integrarse con eficacia en procesos industriales reales y exigentes.

Nuestros lavadores de gases destacan por su:

  • Diseño modular, adaptable a distintas configuraciones y espacios.
  • Automatización avanzada, que garantiza un funcionamiento preciso y constante.
  • Robustez y durabilidad, gracias al uso de materiales anticorrosivos de alta calidad.

Todo ello los convierte en una herramienta clave para las empresas que buscan reducir sus emisiones de forma segura, eficiente y sostenible.

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